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domingo, 19 de junio de 2011

La caza de palomas deja 600 toneladas de plomo por año

Quedan sobre el suelo cordobés, mientras Santa Fe acaba de dictar una norma que limita el uso de esas municiones. Advierten sobre la contaminación que generan.
Unas 600 toneladas de plomo quedan por año diseminadas sin control en los suelos cordobeses. Sobre todo, desde el centro hacia el norte de la provincia. Es un metal pesado, contaminante de riesgo para el ambiente y la salud humana.
Hay algunos puntos en Córdoba que, sin industria alguna, tienen tanto plomo en aire y en suelo como zonas de algunos países altamente industrializados. La explicación está en la caza, sobre todo en el turismo cinegético. Dicho más claro: en los millones de disparos de escopeta con municiones de plomo que usan cazadores para matar palomas.
Córdoba es quizá la provincia más beneficiada por los ingresos económicos que deja esa clase de turismo, en la que dominan los visitantes extran
jeros. Pero es también la más perjudicada por los residuos de plomo que deja.
No es la única. Santa Fe, por ejemplo, también recibe a miles de cazadores, aunque en ese caso detrás de los patos. Y es en Santa Fe donde se ha dado el primer paso en el país para al menos empezar a limitar el uso de plomo con este fin.
En Córdoba, en 2004 se presentó el primer proyecto de 
ley para restringir el uso de municiones de plomo. Nunca fue tratado.
Santa Fe, en la reglamentación de caza deportiva para 2011, establece por primera vez la exigencia de que al menos el 25 por ciento de las municiones a utilizar en caza de patos y otras especies no sea de plomo sino de metales alternativos no contaminantes. Y para palomas, cotorras y otras consideradas plagas se fija un límite de 50 unidades por cazador si usan plomo, pero sin tope si utilizan otras municiones.
Diego Gurvich, biólogo de 
la UNC e investigador del Conicet, señaló a este diario que “el paso dado en Santa Fe al 
menos implica asumir el problema y es un avance respecto de Córdoba”.
Hebe Ferreyra, veterinaria cordobesa que viene estudiando la fauna de patos santafesina, marcó que esa provincia “es la primera del país que al menos comienza a hablar de limitaciones al plomo”. Ferreyra integra la internacional Sociedad de Conservación de Vida Silvestre, que junto a la Universidad Nacional del Litoral y otros organismos, viene estudiando el tema. “Es cierto que el control de esta reglamentación será di-
fícil. Más sencillo sería si la prohibición fuese total. Pero el mensaje de ir buscando esa eliminación, de ir generando conciencia, ya es un paso”, graficó Ferreyra a La Voz del Interior .
La especialista admitió que una dificultad en Argentina es que “no se consiguen municiones alternativas”, como las de acero. “Hay que importarlas, y los negocios del rubro no las tienen. Pero si se crea la demanda las pueden traer; además podrían empezar a fabricarlas en el país”, señaló. “Es lo que pasó en los muchos países que ya prohibieron las municiones de plomo”, acotó.
Ferreyra destacó que en Santa Fe la cámara de empresarios ligados al turismo de caza “no se opuso” a la modificación.
En Córdoba, la paloma es considerada plaga. Favorecida por el incremento de las áreas cultivadas y el consiguiente desmonte, aumentó notoriamente su población.
El dilema central no es que la caza elimine millones de palomas por año, sino que con esta modalidad muchos creen que el plomo acumulado será en ciertas regiones una plaga mucho más peligrosa.
Ver Noticias Relacionadas: Proyectos de ley que no encuentran tratamiento y Alta contaminación en campos del norte.
http://www.lavoz.com.ar/cordoba/caza-palomas-deja-600-toneladas-plomo-ano

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